“¡Cómo has molestado anoche, ‘Gordo’!”, le habría dicho Jesús Ángel Ramírez (45) a su sobrino Roberto Cecilio Vera (38), antes de pegarle un garrotazo mortal en la cabeza, según lo relataron los testigos. El crimen ocurrió ayer a la mañana a seis cuadras de la plaza principal de Villa Mariano Moreno y aunque no está claro el móvil del ataque, todo podría haber comenzado durante la noche anterior.

El crimen ocurrió en la casa de Vera, ubicada en la calle 25 y 2, en el mismo lugar en que la noche del domingo habían estado varias personas reunidas. “Hubo un problema. Cecilio estaba tomando con su hermano y yo me acerqué. Su tío vino y me empezó a tirar la bronca a mí, como siempre. No sé si es una persona violenta, pero es maligna. A mí me dijo varias veces que me iba a matar”, contó Gustavo Morán, amigo del hombre fallecido.

Según se pudo saber, la víctima no estaba casada ni tenía hijos. Trabajaba en la cosecha y sus allegados juraron que “no mataba ni una mosca”. “Al final, se apaciguó todo”, agregó Morán.

En el cantero

Al parecer, ayer Vera estaba sentado en un cantero, alrededor de las 7.30. Dos casas hacia el oeste vive el acusado. “Jesús sacaba la cabeza desde la reja para vernos. Cuando Cecilio se levanta para ir al baño, su tío lo intercepta en la puerta, le dice ‘¡cómo has molestado anoche, Gordo!’ y luego saca un fierro de unos 50 centímetros de la manga. Con eso le pegó un golpe en la sien y Cecilio cayó. Le sangraba la boca”, comentó Víctor Hugo Vera, primo de la víctima y testigo de la escena.

Según este entrevistado, la agresión no terminó allí: “cuando estaba en el piso lo empezó a patear”. Una ambulancia se llevó de urgencia al hombre agredido al CAPS más cercano; llegó muerto. En cuanto al como autor del crimen, quedó alojado en la comisaría de Villa Mariano Moreno. Al cierre de esta edición iba a declarar ante el fiscal Washington Navarro Dávila.

Para evitar disturbios, una camioneta de Infantería de la Regional Norte se ubicó en la cuadra. Si bien no hubo más violencia física, sí había mucha tensión y se escucharon algunas discusiones a los gritos. Una mujer que en pleno ataque de llanto dijo ser la esposa del presunto homicida, exclamó: “no es tan así, lo que pasa es que él (por Vera), como siempre, salió a defender a otro en vez de su familia”. Por su nerviosismo, algunos parientes se la llevaron del lugar.